Entre las cosas que nos distinguen
en Venezuela, desde el comienzo del reinado de estos rosados
aspirantes a una dictadura bien roja, es
decir los Srs. Chávez, y su heredero con
delirio de grandeza, queriendo a todo trapo y de todas todas, resucitar una
nueva y latinoamericana “ Unión
Soviética ” teledirigida (o Cabledirigida ) desde La Habana , es este personaje opositor, con liderazgo, y
arraigo de pueblo, de ideas prácticas, capaz como administrador, con acciones y
hechos demostrados en su Gobernación sin lugar a dudas muy bueno, pero a
mi juicio tiene una tendencia a juzgar y actuar con demasiada calma, y de ese
modo se envuelve en una guerra de declaraciones que lo distraen del objetivo
principal que para cualquiera, radicaría en “ NO DEJARSE QUITAR EL TRIUNFO
GANADO EN BUENA LID “ triunfo que ganó con muchísimos más votos que Maduro, el oscuro
repetidor del castrismo, que no entiende que la dedocracía del Sr. Chavez, no
le viene con el talento y la inteligencia necesaria para gobernar un país como
el nuestro. En su interin cuando piensa y se encuentra a solas consigo debe
pensar en el metro como el Paraíso.
Como arriba dije, los talentos
del Sr. Capriles son tan manifiestos, como escasos los de su oponente, quien con todo el poder
del estado de su parte fue totalmente incapaz de subir un 2 % por encima, del
oponente, y eso que le jugaron chueco al Capriles, el cual según los datos
parciales de los tres principales estados decisorios en las elecciones, era
ampliamente ganador.
Pero Capriles, en lugar de
mantener sus partidarios movilizados, alertas y actuando en las calles, ante
las maniobras que se realizaban desde La Habana , se refugió, cual nuevo Ghandi, pero está vez
latinoamericano, en un pacifismo de sainete bufo a ultranza, como si estuviese
pensando en pajaritos preñados, mientras le tira un balde de agua fría a sus
seguidores.
Eso es pasividad y no civilidad
ante la fuerza bruta desplegada por el Chavismo de Maduro, con el concurso de los militares que
huyen de un gobierno civil, que podría ponerlos en las cortes de los Estados
Unidos por narcotraficantes.
Quizás Capriles confía en que el
continuo empeoramiento de la economía y no me refiero a la Macro economía, sino de la
economía del bolsillo del venezolano corriente y moliente al cual ya, en este minuto, conseguir harina, le es mas difícil que a los Castros hallar
petróleo en los mares adyacentes a Cuba destronen al podrido personaje, y el
por las buenas maneras democráticas tome el lugar que les corresponde.
Parece que piensa que esa sea la
solución a sus avatares de tomar decisiones en momentos claves, sin perder la perspectiva, sin sufrir por las
amenazas de Iris Varela, ( de paso acoto que no sé a
ciencia cierta, si es Ministra de Justicia, de Cárceles o trabaja instruyendo
casos en el Sebín) ó le quite el sueño
el hecho real de dormir en una cárcel
mientras prepara una impugnación de las elecciones, que más parece una
petición de indulto o un favor, para preguntarle al CNE, tiene a bien una realización de nuevas elecciones.
Me pregunto en este punto del
devenir venezolano, si Enrique Capriles pasará a la historia contemporánea,
como “ Enrique el Tibio “ o como “ Enrique el Digno “ lo digo y aquí lo
escribo porque alcanzo a colegir, que el tiempo es Juez de ultima instancia sin derecho
de apelación, y ahora tiene la palabra .