jueves, 13 de marzo de 2014

Mi pobre Venezuela se desangra









Sabemos cuándo empezó, cuándo termina solo Dios sabe.

Desde el propio 12 de febrero, cuando acompañamos a los estudiantes, me rosó una bala (no era un perdigón) Los chamos nos protegieron por ser Sras. De cierta edad (dicen esto para no llamarnos viejas) los mismos médicos de mi grupo me auxiliaron. Pero otros que tuvieron heridas profundas, fueron llevados a la clínica Canaval. Esto me detuvo por unos días, pero el 17 regresé a la calle con una venda en mi herida. No es que los Estudiantes necesiten que los organicen, esos chamos saben más que nosotros; a los que hay que organizar es a los grupos de ciudadanos. Me fui a Caracas y vivimos horas terribles, nos tiraron gas del bueno, como decía el maldito Muerto del cuartel de la montaña.  Me regrese por indicación médica, para tratamiento pues mis pulmones no dan para más (eso dicen los médicos) El 26 me fui a la manifestación, de mujeres por la paz. Ahí no nos lanzaron gases, pero en la noche le cayeron encima a los estudiantes, y como mi grupo les suministra agua y comida; volvimos a llevar gas. El primero de marzo, nos concentramos frente a la catedral, mi grupo llegó como siempre bien temprano, para organizar.


 Maduro dice: son grupitos.
Hemos llenado las avenidas más grandes y anchas de este país. La OEA, una mierda. La ONU, peor. Recibe a Luisa Ortega y a la “Defensora del pueblo” (de Maduro) En que nos ayuda eso a los venezolanos, los sabios en política dirán: Es que eso servirá en el futuro, para condenarlas a La Haya puesto que fueron a mentir a la ONU. No, me jo-dan. La situación del país amerita una solución en tiempo real, nuestros jóvenes son asesinados; acosados y torturados. ¿O es que los organismos Internacionales no tienen twitter? Ahora dice UNASUR que vendrá a Venezuela; para mediar. Más mierda para este patio, ese organismo solo nos ve, como un barril de petróleo; como seres humanos les importamos un carajo.


Me rompieron cámara, celular y hasta el morral donde los llevaba.
Esto es lo de menos, yo no necesito tomar fotos, lo que necesito es seguir luchando. Cada día que pasa, me siento más fuerte que antes. Siempre pensando que cuando nos tiráramos a la calle, nos iban a masacrar; ahora que ya lo hemos comprobado: No podemos dejar la calle hasta que este régimen salga completo, ellos y sus esbirros cubanos. Las muertes de esos estudiantes y ciudadanos de la sociedad civil, habrían sido en vano si paramos. Adelante siempre, retroceder jamás.