Un
Déjá vu
Día Miércoles 06 de
diciembre 2017, los grandes almacenes chinos y, supermercados que normalmente
están vacios; por los altísimos precios de los pocos productos de la cesta
básica, en Venezuela. Extrañamente estaban abarrotados de gente, necesitaba
café y me voy a otro pueblo que queda a 30 minutos; del supermercado donde
acostumbro comprar. Voy por la avenida principal de dicho pueblo, miro hacia
los lados y las colas para comprar no tienen fin; entré a un supermercado al
departamento de delicatessen, pero, ahí también estaba una cola (no tan larga)
era como de 15 personas. Agarre dos bolsas de café de ½ kilo de 50 mil bolívares cada una. Dos panes de
mantequilla 80mil, 1/2 kilo de costillas de cerdo ahumadas 275 mil bolívares.
Me meto a la cola y de repente llegaron como 10 malandras y se colocaron frente
a mí, cada una llevaba una caja de cigarros, una botella de licor y nada más. Me
miró una de ellas y dijo:--oiga doña nojotras tábanos aquí. Yo no respondí nada
y los que estaban detrás de mí decían: --que pasa con este chusmero, se están
coleando. Se armó la sampablera, me aparté y la cajera vino hacia donde estaba
yo, me tomó de la mano y me llevó frente a la caja, gritó: --o se comportan o
se salen todas. Decía esto mientras, me
pedía mi tarjeta. Una de las malandras dijo: --Oye chica, la doñita taba pol
atrás de nojotras. La cajera respondió. –Sí, pero ella va a pagar con sus
tarjetas, que seguramente es dinero de su trabajo ustedes cargan unos tiques
que les regaló el gobierno; producto de los impuestos que les cobran a los
venezolanos productivos. Me quedé pensando, esta gente cobraron 500 mil
bolívares por tener el carnet de la patria, creen que el gobierno es bueno
porque les da mendrugos; yo acabo de gastar lo mismo por tres cositas nada más
para completar un almuerzo, esta gente se merece el gobierno que tienen, pero
yo no. La ignorancia y la vagancia están a la orden del día, pero esa cajera me
dio esperanzas.
Diciembre de 1995, voy al
banco para pagar las mensualidades, del colegio de mis hijos, los niños
estudiaron en el mejor colegio de todo el Estado; era un colegio de sacerdotes
católicos, no porque yo crea en ellos como religiosos. Para mi todos los
sacerdotes de cualquier religión, son vividores de la ignorancia o la buena fe
de otros, lo que no puedo dejar de reconocer es que para educar no hay como una
monja o un cura; aunque les dan religión les desarrollan el discernimiento y la
capacidad de análisis, tanto se lo desarrollan que no he conocido, el
profesional que después de estudiar con ellos sea católico practicante. En esa
oportunidad, las colas para cobrar la beca escolar, era igual que la actual con
el bono navideño; por la tarjeta de la patria. Entré
al banco y, cuando saqué la chequera para pagar las colegiaturas; una mujer
gritó: --Empale ella se coleo, acaba de llegal y ya va a cobral, claro como se
viste bien y guele a pelfume caro. A lo que el vigilante dijo: --Mire mijita,
esta muchacha viene a pagar, no ha pedir.
La
vida te premia cuando eres productivo
Mis hijos estudiaron en
colegios y universidades, privadas, no por mi vanidad sino porque ya la
educación pública; de los años 90 estaba en franca decadencia. Cuando llegó el
chavismo, siguió empeorando y; mi niña mayor ya entrando a la Universidad con
apenas 15 años. No fue fácil para mí, pero con trabajo y organización todo se
puede. Mis hijos para irse del país, no tuvieron que esperar que el gobierno
les aprobara si podían o no registrar, apostillar y llevarse sus títulos.
Primera ventaja de trabajar duro para que mis hijos se educaran, y aunque al
principio tuvieron que trabajar en oficios; fuera de su profesión por el
idioma, por validación de títulos, revalidas o como se llame en otros países,
ya están estables. Mi hija compra productos desde Francia a los EEUU, me llega
algo que me asombra, harina pan con letras en ingles y chocolate Toronto. Dice
Cacao 100% venezolano, además de todo lo que me envía. Muy pocas veces me falta
algo en mi despensa o en mi nevera, cuando me falta voy al súper y compro aunque
cueste 10 veces su valor.
Hace unos días una vecina me
dice:--Yo no entiendo a los ricos, fíjese usted por ejemplo, tiene plata, vive
solita y además sus hijos le compran de todo y, son antichavistas, los que
estamos más jodidos somos los pobres Yo le respondí: --No amiga, yo no soy rica
en dinero sino en pensamiento, porque eso recibí de mi madre. Ella decía: que
lo primero era estudiar, porque te pueden quitar los bienes pero nunca la
instrucción; porque con la instrucción y el trabajo, puedes producir otros
bienes. Le pregunté --¿Tú eres de los Clap trabajas de gratis, para que el
gobierno venda la comida que compra? --Sí, pero si no lo hago no me venden la
bolsa, como le doy comida a mis hijos. –Te has puesto a pensar, que eso es lo
mismo que le estás enseñando a tus hijos.--¿Qué? --A mendigar en vez de producir, tampoco te
das cuenta que pagas esa bolsa de comida dos veces, que lo único que trae es
porquerías que te alcanzan para unos días. –No señora pagamos una vez al mes.
–Pero te la venden cada dos meses, ¿Tú sabes lo que es una regla de 3 simple?
–No sé. ---Ahí está el problema, te voy a dar un ejemplo: Te piden cada mes que
deposites un dinero, esperas y esperas y cuando entra el otro mes y sin haber
recibido la bolsa, te piden que deposites de nuevo porque te viene otro
producto; que no estaba pautado, es casi la misma cantidad que ya depositaste el
mes pasado y que no recibiste nada. A-------Pagaste
la bolsa. B--------Pagaste de nuevo.
C-------Te entregaron una sola bolsa. Despejamos la X= Te robaron la primera
plata que diste.