Gracias a Dios, mi niñez fue en Democracia

Regresó y hasta los árboles, se pusieron grises

El jalabolismo y el culto a la personalidad, presentes al 100% para recibir al mandatario, que tenia 21 días en Cuba como si mereciera una medalla por esa razón. Yo recuerdo cuando era niña y estudiaba en un colegio católico, subsidiado por el gobierno; nos llevaron al Aeropuerto de Barquisimeto, a un grupo de niñas (un grupo pequeño) para; recibir al Dr. Rafael Caldera que era presidente en esa época. Cuando el Dr. Caldera salió, los periodistas tomaron fotos y él se dirigió a los sacerdotes que nos llevaron y, de inmediato nos saludo y espero con todo respeto, que nosotras cantáramos.

SAN PEDRO

Si San Pedro se muriera
todo el mundo lo llorara,
por lo menos las mujeres
los cabellos se arrancaran. (Bis)

Con la cotiza date al terrón,
vuélvelo polvo sin compasión. (Bis)
Dale pisón, dale pisan. (Bis)

El San Pedro de mi tierra
es un santo milagroso,
juega chapa con los negros
y descubre a los tramposos. (Bis)

Con la cotiza date al terrón,
vuélvelo polvo sin compasión. (Bis)
Dale pisón, dale pisan. (Bis)

San Pedro como era calvo
le picaban los mosquitos,
y su madre le decía:
Ponte el gorro Peruchito. (Bis)

Por la calle de mi barrio
corre el agua y no se empoza,
y por eso es que le Llaman,
la calle de las hermosas. (Bis)

Dos niñas cantábamos y tocábamos el cuatro, luego el resto decía el BIS.

El comportamiento del Dr. Caldera fue cordial para todos, le dijo a los periodistas que hablaría con ellos en una rueda de prensa, a los sacerdotes: que estaba agradecido por haberle llevado de regalo, las preciosas voces de esas niñas con una canción tan sabrosa. Que estábamos muy bien entrenadas para mover los pies, tocar el cuatro y darle el pisón al terrón. Yo no recuerdo alfombras rojas, aplausos sin son ni ton y, muchísimo menos; descalificaciones u ofensas dirigidas a sus adversarios políticos. Cabe destacar que soy ADECA hasta los tuétanos, pero no puedo dejar de reconocer, que antes un mandatario en Venezuela era eso, un mandatario al servicio de un país. Ahora tenemos un Rey (que quien sabe quien lo nombro) al que hay que ponerle alfombra roja, cual estrella de Hollywood rumbo al Oscar. La próxima alfombra, se la pondrán en el tribunal de La Haya.