Luchar, o morir como país

¿Hasta cuándo aguantaremos esto?

Ayer fue un día de impotencia, vergüenza, indignación sin límites. “Llegamos al degolladero  los poderes del Estado en unanimidad para actuar como malandros. Impotencia siento, porque no hay un solo poder que se quiera deslindar de esta barbarie, vergüenza de que haya venezolanos que han tenido y tienen la inmoralidad de votar por esa caterva de mal-vivientes  que tiraniza con todo descaro mi país. Indignación sin límites por ver a una fuerza como el Estamento militar sordos y mudos. Para los que estoy leyendo en los blog y dicen “Concilia ya ni entra por aquí” o lo que leo en mi propio blog “la vieja Concilia está encuevada” Les aclaro como lo he hecho muchas veces, yo jamás he sido luchadora de laptón, porque la verdadera lucha está en la calle. Yo puedo disentir de la actitud de Capriles, pero, no tengo que permanecer quieta puesto que los votos a defender no son de Capriles, son para Capriles pero…a los que están robando es a los ciudadanos porque los votos son nuestra declaración legitima; de que no queremos más a Cuba gobernando y chupando la sangre de nuestro país. Nosotros ganamos las elecciones para que Capriles sea presidente y, nos van a tener que respetar.

Los jóvenes de Venezuela, el tesoro más preciado.

Hoy cuando terminó la marcha y estábamos listos para retirarnos, recordé que en mi época de estudiante éramos lo que llamaban “Rebeldes sin causa” y era verdad. Los estudiantes reclamábamos, por mejores condiciones, cupos universitarios etc. Después de que pegamos tres gritos y quemábamos cauchos. Le corríamos al bombardeo de agua y a las bombas lacrimógenas, de inmediato salía el Ministro buscando dialogo y proponiendo soluciones que luego se llevaban a realidades. Estos muchachos que ven en las fotos, son universitarios que ya no se les puede llamar “rebeldes sin causa” puesto que tienen todas las causas y razones. Además del deterioro del sistema de educación a todos los niveles, la crisis política, la económica; se les agrega la crisis laboral. Muchachos entre 17 y 22 años, jóvenes que no conocieron la Democracia más sin embargo no son estúpidos, son los verdaderos herederos y dueños de este país. Están claros que de seguir este desastre, donde no somos autónomos como país sino que estamos “gobernados” por los Castro o su maquinaria, terminaremos siendo más miserables que los cubanos y esclavos de la peor maldición que tiene Latinoamérica; la dictadura Castro-comunista. Hoy no se celebra en Venezuela el día del trabajador, sino el día del desempleo, de la desvergüenza por parte de los poderes del país. Estos muchachos tienen padres que si no trabajan, no podrán seguir dando a sus hijos calidad de estudios; aunque sean de universidades públicas que nuestros hijos hagan una carrera nos cuesta dinero. Pa’ lante muchachos que aquí estamos los viejos para apoyarlos, nunca los vamos a dejar solos. “La libertad nació contigo aprende a usarla” Que Dios los Bendiga.